Residencia Smith

Dante estaba confuso, negando con la cabeza.

-Pero...él no...no puede obligarte...él... No Ellen, no tengas miedo, ven conmigo, yo puedo protegerte de todo eso, yo puedo hacer que nunca más tengas miedo, yo estaré contigo siempre, seré tuyo, dedicaré mi mera existencia a ti... Ellen...cásate conmigo, casate conmigo porque me amas tanto como yo te amo...

Ellen suspiró.
Ojalá todo pudiera ser tan facil.
Pero ella queria evitar a toda costa una pelea entre Dante y Joff.
No queria ni imaginarse que pasaria si el lo vencia con alguno de sus sucios trucos.
Savia de sobras que Dante podia cuidar de el mismo...pero bueno, sentia que a pesar de todo queria protegerlo de alguna forma.
Una decisión estupida, pero asi es el amor.
-Lo siento...-le dijo bajando la vista- Ya estoy casada.

Dante estaba confundido, pero no se rindió.

-¿Casada?¿Y le amas? Puedes divorciarte, puedo conseguir los mejores abogados de Europa. Pero aún así, no conseguirás que deje de amarte... ahora que te he encontrado, lucharé por ti

Ellen no pudo evitar sonreir.
Se acercó a el y se acurrucó contra su pecho.
-Bueno...tecnicamente mi boda namás es valida en Las Vegas...pero eso, Joff aun no lo sabe.
Suspiró.
-Dante...por favor, no hagas ninguna locura.
Posó sus ojos en los de el y se levantó.
-Bueno...creo recordar que alguien me debe unas tostadas.

Dante seguía serio, pero accedió a hacer tostadas.

A los diez minutos un plato con una colosal montaña de rebanadas de pan tostado esperaba a ser untada de los cien manjares que habría en la casa

Ellen notaba como Dante estaba serio.
-Um...estan muy buenas -le dijo sonriendole, intentando animarlo un poco- Realmente eres el mejor haciendo tostadas.
Visto que al parecer no conseguia sacarle una sonrisa, al final se decidió a preguntarle:
-Dante...¿que te ocurre?

Dante se quitó el delantal y la sonrió triste.

-Estoy preocupado por ti, nada más

Ellen no pudo evitar sonreir.
Es agradable que alguien se preocupe por ti.
-Estoy y estaré bien ¿Vale? No te preocupes.
Se levantó y paso sus brazos por el cuello de el.
-¿Porque no me cuentas que a sido de tu vida mientras yo no estaba?

Dante rodeó la cintura de la chica atrayéndola, posando la cabeza en su hombro.

-He estado buscándote, intentándo encontrarte, hasta que hace unos meses ninguno de mis detectives había conseguido encontrarte y me encerré en mi mansión, sin salir para nada...

Había pasado tanto tiempo...casi una eternidad...

A Ellen le dió un vuelco el corazon.
Parece que si que la queria un poco, depués de todo.
(Esque no se hace a la idea de que alguien como Dante se haya colgado de ella...XD)
-Idiota -murmuró- No deverias haver echo eso...-se mordió el labio inferior- Bastaba con olvidarme y punto.
Se separó de el y le dió la espalda, apoyandose en la mesa.
Después de suspirar, le dijo:
-Quizá deverias irte...no se cuando puede volver Joff y no seria muy prudente que te viese aquí...además, tengo mucha faena que hacer.
Aunque realmente no queria que se fuera.
¿Cuando havia dejado de odiar al pijo para dejar paso al amor?
No lo savia.
Ya lo dicen que la linea entre ambos es tan fina que mas de una vez no se puede adivinar donde acaba una y comienza la otra.
Pero desde luego, no estaba dispuesta a aceptarlo.
Havian echo el amor, si...pero ya está.
Ahora el volveria su casa y ella volveria a ser la de siempre.

Dante frunció el ceño.

-Sé que no es lo que deseas, pero por ahora me iré-Antes de irse se giró-Si em necesitas, ven a mi casa

Cojió su chaqueta y salió, dirigiéndose a su casa. La tendría vigilada